[Procura no separarte de la multitud, así no verán lo cutre que eres...]

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sábado, 5 de febrero de 2011

[Videojuegos - Mass Effect] El origen de una heroína, M. Shepard.

He crecido culpándome por un hecho que aconteció hace ocho años…
Nací y crecí en Mindoir, una colonia humana situada en la frontera del Través Aticano. Aprendí muy joven que se puede acabar con una gran guerra, ser aclamado por las multitudes. Pero has de saber que eso no dará fin a las guerras que ésta conlleve. 

Soy comandante del Ejército de la Alianza de Sistemas desde 2176, me llamo Shepard y ésta es mi historia.

No importa cuando naciste, lo habrás oído mil veces. Todo se consigue luchando, creces con mil historias llenas de humanos primitivos que no conocían el Elemento cero, los Aceleradores de Masa o la Biótica. Y todo se repite una y otra vez. La victoria es tu desasosiego, no hay lugar a excusas... Éxito y fracaso. No hay una realidad, no existe uno sin el otro. No quiero conocerte pero necesito que sepas quién soy porque al igual que tú, lo he perdido todo muchas veces, me he despedido sin saber qué significaba, te he visto sin mirarte, llevamos las manos manchadas de la misma sangre, aunque aún no la hayamos derramado... y sabes que lo haremos. 

Desde pequeña conocía la existencia de vida alienígena, ya en 2148 se descubrieron ruinas en Marte pertenecientes a una antigua civilización. Pero nunca habíamos tenido contacto alguno con ellos. Dos años antes de que naciera (2156), se hizo un gran descubrimiento en los límites del Sistema Solar, un Relé de Masa. Este artefacto parecía tan antiguo como las ruinas encontradas en Marte, podía lanzar nuestras naves a velocidades superiores a la de la luz, y con ello se abrió paso a una ávida guerra camuflada con lo que sería la conquista del  universo. La primera colonia humana fuera del Sistema Solar fue llamada Eden Prime, entonces los humanos se sintieron poderosos y cogieron todo cuanto desearon, sintiendo deleite ante la vida que se escapaba entre sus dedos. Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar. 
Al año siguiente, en 2157 hubo una gran guerra, fue llamada la Guerra del Primer Contacto. La Tierra quedó destrozada, atacaron el Través Aticano sin excepción, la humanidad se desvanecía rápidamente. Se llamaban Turianos y era todo cuanto se respondía a las incesantes preguntas. Así fue como Shanxi se convirtió en el primer mundo humano conquistado por una especie alienígena. Casi diez años de decadencia entre humanos y Turianos. 
Con las tierras aún mermadas y la aflicción presente llegué yo. Corría el año 2158, vi levantarse una población hundida y pensé que éramos capaces de todo. Crecí feliz a pesar del duelo que instigaban quienes más me querían, así hasta que vivieron su último invierno...

A mis 7 años, la Alianza del Ejército de la Tierra se unió a la Ciudadela. En la Ciudadela vivían algunas especies de aliens en paz. Había sido encontrada de manera casual gracias a los infinitos viajes que se hicieron a través de los Relés de Masa, y era un lugar ideal donde convivir. Aunque no todos querían abandonar la Tierra para ir a un lugar de dudoso origen. En el año 2174, ya había cumplido 16 años y aún me gustaban aquellas historias de fantasía en las que se miraba la atmósfera con terror. En mi imaginación se elaboraban los detalles por insignificantes que fueran, y sólo entonces, las hacía mías. Y ese día, la humanidad entera volvió a mirar al cielo pero esta vez no hubo destellos, ni brisas, ni futuro… algunos tetrápodos que solían cruzar los cielos caían al suelo desplumándose... la oscuridad lo invadió todo. Al principio apareció una nave, luego cambió y eran infinitas más pequeñas que cubrían nuestro mundo de láseres y pintura roja. Muchos niños permanecimos escondidos en las antiguas minas, mientras la tierra se desprendía sobre nosotros. Apretaba el lazo de mi vestido rojo como si la vida me fuera en ello. Mi madre me lo compró y por entonces rechazaba llevar vestidos. Tardé mucho en recordar que de Mindoir, fui la última superviviente.
Cuando cesó el ruido pude subir escarbando entre la tierra y los restos de los demás chicos. En el exterior, busqué por todas partes desesperada pero ya no quedaba nada que pudiera reconocer. Todo cuanto viví y pude amar estaba deshecho bajo mis pies, cuerpos cercenados, puzzles rojos… El color rojo más bonito del mundo. En ese rojo busqué con todas mis fuerzas durante horas. Los esclavistas Batarianos no dejaron nada con vida. En cuclillas, un mar de lágrimas mojaba mis piernas mientras mis pies se hundían en la tierra robándome lo poco que me quedaba. Al igual que otros humanos en su día, se lo llevaron todo y borraron las huellas de haber estado allí, sin dejar a nadie que reclamara justicia. 


Me habían dejado a mí...

Sobreviví varios días. Un motor provocó la brisa, lo supe porque ondeó el lazo que aún apretaba entre mis dedos. Había llegado otra nave. Entonces, cerré los ojos y el corazón empujó hacia abajo tirándome al suelo. Fueron directamente hacia mí sabiéndome con vida, una patrulla de la Alianza me concedía una segunda oportunidad a la que no encontraron respuesta. Me llevaban a la Ciudadela. Desde entonces (2176), sirvo a la Alianza como Soldado de combate. Me alisté con 18 años en agradecimiento y porque comprendí que podría ayudar a muchas personas. Aunque no fue el principal motivo que me llevó a hacerlo, necesitaba buscar culpables y apaciguar mi sed de venganza. 
Desde la Guerra de Elysium, muchos me han visto como una heroína, lo cierto es que no me queda nada que perder, no ansío saber que será de mí mañana, a quién desvelaré mientras lucho, quién moriría por mí... y es por eso que forjaré un futuro para toda la galaxia en representación de la especie humana. 

Porque tuve que aprender demasiadas cosas, sentir cada pérdida con odio y frustración. La Alianza, solía ponerme imágenes del después de Mindoir. No reconocía el dolor de aquellos bosques, los animales años después seguían muriendo, no recuperaríamos nada de la Tierra ni del Través Aticano. Aunque no nací en la Tierra, lo significaba todo para mí... Los niños adorábamos aquellas historias llenas de paraísos increíbles y animales que vivían y dormían con los humanos. Era nuestro gran libro de cuentos…  

Pero ahora, despídete de lo que más amas y no decaigas. Si es que alguien quedó en la Tierra, ahora tenemos algo digno por lo que morir y aprender a vivir con el pasado. A bordo de la Normandía cumpliré mi destino. Te espero pronto, y aunque no te conozco, te estimo. 


 M. Shepard. Normandía, 25 de febrero de 2183

3 comentarios:

  1. Y que es de M. Shepard ahora mismo?

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  2. Le pasaron muchas movidas que no puedo contarte ahora mismo... anda perdida, Normandía II dará de que hablar... ;)

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